Uno de los fenómenos más apasionantes que podemos encontrar en pleno siglo XXI y para el que no se ha encontrado aún explicación es el de la videncia, la forma por la que una persona es capaz de ver el futuro.
No son pocos los estudios que se han hecho al respecto sobre este tema y hay muchas opiniones a favor y en contra de ello pero lo primero que hay que saber es qué es y cuáles son las características de un clarividente.
Un vidente, o clarividente, es una persona que tienen el poder de saber el futuro, ya sea de una persona en cuestión o de un suceso que pueda ocurrir a nivel personal, local, nacional o internacional. No es raro que haya personas que tienen especiales percepciones sobre cosas que van a suceder en un periodo de tiempo corto, lo verbalicen y este ocurra realmente. Es un claro ejemplo de ello.
Con respecto a las personas sólo basta estar en contacto con alguien, ya sea en persona o telefónicamente, para saber qué es lo que le puede ocurrir y por donde puede afectarle determinadas circunstancias de su vida.
Por tanto nos encontramos que en diferentes manuales de parapsicología que están al alcance de todos los interesados en estos temas se dice que la clarividencia o canalización espiritual es un concepto por el cual una persona tiene la capacidad de percepción extrasensorial.
Esta PES o percepción extrasensorial es la que les permite que puedan tener determinada información sobre sucesos, hechos, eventos, que hayan de suceder en un periodo de tiempo por determinar y que, de forma inexcusable, sucedan.
Son hechos que les llegan como imágenes y que se traducen en el conocimiento de un tiempo venidero, del mismo tiempo que les mostrará el devenir de esa información de acontecimientos futuros o pasados que les debe resultar desconocidos a él/ella y los consultantes pero que por, la descripción, el entorno, lo que ve y nos puede decir que se escucha (en su percepción extrasensorial de estos temas y de estas visiones) tienen un significado para el consultante, lo cual puede ser asombroso.
Además pueden describirnos todo lo que son lugares, incluso nuestro propio domicilio sin haber estado nunca en él o el de amigos que nos dicen con los que tenemos afinidades o desencuentros. Esas descripciones nos hacen pensar que, realmente, hay algo maravilloso y mágico en ese don que tienen.
También pueden darnos información de otras personas ya fallecidas que no estarían en nuestro plano, información espiritual importante y que están sólo al alcance de muy pocas personas. Nuestras profesionales son así, tienen este don, puede confiar en ellas porque son las mejores.
Estos fenómenos de clarividencia tan evidentes van en contra de las leyes físicas para una percepción basada en medios físicos, si bien son fenómenos extraordinarios para los que tampoco hay un principio racional que aplicar, aunque solo las mejores videntes del mundo lo tienen en realidad.
Con todo ello las características más importantes en cuanto a ello son que la persona que los posee tiene el don, el poder, la facultad, de poder describir toda una serie de sucesos futuros que sucederán con toda seguridad así como situaciones y lugares que les son totalmente desconocidos.
También el clarividente puede tener el don de la clariaudiencia o la capacidad de escuchar todo lo que le viene del futuro, de esa forma puede dar mensajes que se les ha comunicado o que, como segunda vía, le pueden haber manifestados seres del más allá.
Todo lo que son fenómenos que están más allá de lo que pueden captar nuestros sentidos físicos son hechos que quedan al margen de lo racional.
Por ello la percepción se caracterizaría al tener la persona dotada la capacidad de captar estos fenómenos más allá de los sentidos físicos y de adivinar hechos futuros que están por producirse a personas y en puntos o lugares conocidos o desconocidos por el consultante.
La clarividencia implica siempre la “visión de imágenes” reales físicas que le son totalmente desconocidas pero que ella, la vidente, tiene la capacidad de ver más allá.
Todo esto dista mucho de la recurrente imagen que se puede tener de la persona dotada leyendo la bola de cristal, aunque hay que decir que es un magnífico medio para esto y para otro tipo de percepción que son igualmente importantes.
Si el profesional, la persona que tiene esta gracia, puede conectar con otros planos es posible que tenga una especia de guía espiritual que le marcará el mejor camino a seguir aunque la decisión siempre será de la persona y de lo que quiera hacer con su vida, aunque teniendo la posibilidad de contactar con una de nuestras expertas todo sería más fácil máxime sabiendo que tienen la posibilidad de saber el futuro, su futuro.
Igualmente se puede tener la capacidad, incluso de entrar en contacto, para tener toda esa sorprendente información con una hipotética dimensión espiritual.
Por la picaresca de nuestros tiempos, por la gran cantidad de oferta que hay al respecto -a juzgar por la información que nos llega por medios de comunicación, móvil o información en la red- se puede dar con desaprensivos que hacen de todo esto un negocio usando como excusa este tipo de fenómenos tan importantes.
Cuando se acude a una experta en este tipo de cuestiones, como las que les ofrecemos y recomendamos, se busca el consejo, la orientación y la información de esa persona que tienen un don pues un vidente auténtico no errará en su predicción nunca y ofrecerá el mejor consejo, el más idóneo para cada momento, el que ella/él creen que iría bien, eso no quiere decir que lo tengamos que aceptar pues la decisión siempre será nuestra.
Lo que si se debe tener siempre muy en cuenta es que al profesional que acudamos sea verdadero, no finja tener un don del que carece pues el perjudicado será siempre usted y se sentirá como lo que ha sido: engañado, estafado y vilipendiado con una burda y falsa predicción de futuro que puede inducirle a tomar decisiones erróneas en su vida.
Por eso la vidente de verdad será la que siempre le dirá la verdad sea del tipo que sea, la verdad por dolorosa que sea. También, a nivel de calle, sería interesante que supiéramos las características que tiene una profesional de verdad amén de las que se han citado anteriormente.
Será la mejor forma de poder llamar a aquella que es fiable y que se ajusta mejor a nuestro casos o necesidades pues pueden estar especializadas en terrenos diferentes de la vida como la salud, el trabajo, el dinero o el amor (en cualquier orden pues todo es importante).
Cuando se telefonea a una profesional con estas características es porque lo necesitamos de verdad, porque en nuestra vida ha pasado algo que necesitamos la precisión que tienen las videntes buenas que son honestas y claras, sinceras y llanas en su trato.
Si la clarividente tiene un buen trato y es afable y cordial -aparte de acertar- nos encontraremos que su don no sólo está en su mente o en las cartas (si se apoya en ellas) sino que también se engrandece como persona.
Importante que tengamos buenas referencias de ella porque será la garantía que otros que ya han llamado y probado sus servicios avalan su capacidad dentro de la clarividencia.
Se precisa que esa persona a la que acudimos tenga la capacidad de anticiparse a cualquier problema y ayudarnos a tomar decisiones sabiendo lo que el devenir aguarda al consultante siendo él/ella la responsable del camino que quiere tomar, si toma el incorrecto no será porque no se le ha avisado pues cada cual es el dueño de sus actos.
La ofrecemos un servicio de confianza, fiable, certero, con una profesional que le será de ayuda, una mano amiga que no sólo le va a escuchar sino que también le va a aconsejar en torno a todo esos asuntos que le inquietan, preocupan o desea. El apostar por el mejor servicio y siempre estará a su disposición.
Buscar en redes sociales información y referencia de ellos es relativamente fácil pues de la mayoría de las tarotistas y videntes hay muchas opiniones y recomendaciones por aquellos que ya recibieron su ayuda y que son los que mejor pueden evaluar si son lo que realmente dicen.
Siempre tenemos que regirnos por nuestras decisiones pero nunca viene mal un poco de ayuda. La vidente buena es aquella que ha recibido la gracia del don de ver más allá de nuestro tiempo presente.
Casi que no hay ya excusas para no poder contar con un buen servicio de clarividencia para nosotros con alguien que sabemos que es real, verdadera, buena, que ha destacado por ayudar a otras personas que, como nosotros, buscaban algo más y que resultó ser todo un éxito el poder contar con ellas en su vida. Hágalo usted también, llame y comienzo un cambio que le llevará a saber que es la auténtica felicidad.